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Lenguaje inclusivo: 8 pautas para referirnos a la discapacidad desde un enfoque de derechos

10 de junio de 2021

El lenguaje no es neutral. El uso y la intencionalidad que se le da puede cambiar el significado de muchas palabras. Con el lenguaje se incluye, se margina y se visibiliza.

Palabras inapropiadas pueden servir para profundizar imágenes estereotipadas sobre una comunidad. Del mismo modo, palabras abstractas pueden contribuir a negar la diversidad y homogenizar a toda la población.


1. Término apropiado: Persona con discapacidad (no discapacitado)

Las personas con discapacidad ante todo son personas y no quieren que se les etiquete. La discapacidad es una característica más de las tantas que puede tener un individuo, y no lo único por lo que se le debe reconocer.


Las personas no son “discapacitadas”, tienen una discapacidad y deben enfrentar numerosas barreras sociales para lograr ejercer su participación en la sociedad. La expresión “personas con discapacidad” muestra una realidad con la que millones de personas conviven, potencia su dimensión humana y hace visible su esfuerzo por ejercer sus derechos humanos.


Es el término que se reconoce en la legislación peruana sobre discapacidad (Ley 29973 y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, tratado internacional de derechos humanos)


El movimiento social a escala global y nacional defiende el uso de la terminología “persona con discapacidad”.


2. Términos inapropiados: minusválido, inválido, retrasado, incapacitado.

Estas palabras aluden a la discapacidad como una característica negativa al atribuirle un nulo o reducido valor.


3. Términos desaconsejados: capacidades diferentes o habilidades especiales

Estos términos son eufemismos que generan confusión. Todas las personas somos diversas, la diversidad se aplica para todas las personas. Estos términos son muy genéricos y no se entiende a quién se refieren.


Además, al usarlos se resta valor a la problemática de la discapacidad, pues se está poniendo en el mismo nivel a la discapacidad y a las habilidades que tenemos todas las personas para desarrollar distintas actividades.


4. Sinónimos que se pueden usar.

Para no ser reiterativo al usar “personas con discapacidad” en un texto o discurso, puedes utilizar los sinónimos “grupo social”, “grupo de personas”, o “esta parte de la sociedad”.


5. No utilizar la discapacidad como sustantivo

Siempre debemos anteponer la palabra persona para referirnos a alguien con discapacidad.

Persona con discapacidad visual (en lugar de “el ciego)

Persona con discapacidad física (en lugar de discapacitado físico)


6. Eliminar descripciones negativas o sensacionalistas

Evitar el “sufre de discapacidad”, “padece de discapacidad”, o “víctima de la discapacidad”. También son expresiones negativas las frases “postrado en cama” o “condenado a una silla de ruedas”.

En su lugar puedes usar “persona que tiene una discapacidad”, “persona en cama” o “persona usuaria de silla de ruedas”.


7. Las personas con discapacidad no son superhéroes

Muchos medios de comunicación, al cubrir noticias sobre discapacidad, suelen darle una mirada heroica a esta comunidad. Un enfoque más respetuoso es tratar a las personas con discapacidad como personas. Cuando los derechos de las personas con discapacidad están garantizados y reciben los apoyos adecuados, pueden alcanzar sus metas como cualquier otro ciudadano.


8. Se dice “personas sin discapacidad”, no “normales”

Para referirnos a la población que no tiene discapacidad podemos utilizar los términos: “personas sin discapacidad” o “el resto de la población”.


Fuente: Lenguaje_inclusivo

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